viernes, 23 de diciembre de 2011

Incienso

Entre las muchas sorpresas de la naturaleza están la fragancias. Ya sea en un bosque de pinos o pasando por un jardín, el perfume del galán de noche o de la rosa sorprenden y regalan a nuestros sentidos.
Las fragancias además, generan estados de animo. Pueden serenar y clarificar la mente, relajar o dar energía.
El incienso pasó de los templos a la corte imperial dónde se desarrolló hasta extremos de sofisticación sorprendentes.Se convirtió en un pasatiempo en el que los cortesanos competían por hacer las mezclas de aromas más sugerentes.


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